jueves, 19 de febrero de 2015

Adopción igualitaria, aun no.



Antes de que empiecen a leer pido perdón a todos mis amigos y compatriotas de preferencias sexuales diversas por este post, sé que les va a doler.

Los últimos días he escuchado montones de justificaciones y des-justificaciones sobre la adopción igualitaria, no tiendo a dar mi punto de vista político porque no me considero alguien competente para manejar o aguantarse a medio país. Pero hoy tengo algo que decir.

Yo apoyo el hecho de que existan familias diversas, sin embargo, opino que Colombia aun  no está preparada para esto. El primer signo de ello es que aun vivimos en un país en el que para insultar a otro todavía se le dice marica.  El segundo es que seguimos censurando o  hablando por debajito de sexo en los colegios. Puede que esté equivocada, pero  no conozco planes masivos de sensibilización y educación sobre diversidad  e identidad sexual en nuestras aulas desde edades tempranas.

No estamos preparados sobre todo porque seguimos siendo un país tremendamente violento y discriminante desde la palabra hasta la acción, desde y hacia la comunidad LGBTI ( y las demás letras que se me olviden, por eso sí que pido perdón). Para mí la homofobia es tan dura como la heterofobia.

Me parece un poco loco ese asunto de que la adopción podría ser válida si en el acto de la concepción participa uno de los padres biológicos, por aquello de que personas con preferencias homosexuales tendrían que buscarse a “alguien que les haga el favorcito”.  Un niño no es meramente una cuestión de suma y resta de óvulos y espermatozoides, un niño también es un sujeto de construcciones sociales y ante todo un ser humano que tiene que vivir. Eso de que le presten un ovulito o un espermatozoide a alguien puede llegar a ser muy duro para una persona que por X o Y razones decidió amar a alguien de su mismo sexo.

Para bien o para mal vivimos en este lindo país en el que hace falta avanzar muchísimo en materia de tolerancia y educación sexual,  tiramos la piedra y escondemos la mano ante los embarazos adolescentes con un  “ella se lo buscó por tener la falda tan corta”. Aún no tenemos un sistema realmente fuerte para defender los derechos de las prostitutas; peor aún no sabemos cómo afrontar la prostitución infantil y tampoco hay manera de garantizar que los niños y adolescentes gays tengan una educación sólida que les permita ejercer su sexualidad de manera sana y responsable, lo que ayudaría bastante con  temas como el VIH . Aunque lo intentamos y lo intentamos y lo intentamos.

¿Cómo podemos pedir un fallo positivo, y rasgarnos las vestiduras en internet protestando si ni siquiera hemos logrado  vivir la tolerancia frente a las madres o padres solteros?  ¿Si nos sentimos asqueados o nos ruborizamos con besos en la calle?, inclusive ¿Cómo vamos a soñar con adopción de parejas sexuales diversas en un país en que el matrimonio gay sigue siendo  fuertemente criticado y en el que se cuestiona su validez?

Considero que no estamos listos para la adopción igualitaria porque solo con ver los estados de Facebook  encuentro ataques constantes a la religión, a la heterosexualidad, la homosexualidad, y a los puntos de vista de los demás. Imagínense, si la cosa es tan difícil entre los grandes, como podría llegar a ser en los colegios?

Opino que Colombia todavía no está lista, no por que falten las ganas ni el amor, no porque a nuestros políticos se les antoje, ni por que la iglesia tenga una posición fortísima en la definición de familia. Más bien, creo que Colombia no está lista por que nos hace falta educarnos otro poquito para entender que la política y la religión deben pensarse desde otro ángulo, el del bienestar social y no el de la objeción de conciencia.

Lo bueno es que la discusión sigue, va a seguir, está tocando fibras sensibles y  ya estamos hablando de parejas diversas, eso es mucho, pensando en dónde estábamos hace algunos años.

Lo malo es que aún no estamos preparados, por que nos hace falta muchísimo tiempo para entender y poderle enseñar a nuestros niños que eso de “amarse unos a otros” no solo es un tema bíblico, sino una opción de convivencia y acción social.  Tenemos que aprender que adoptar no es un tema de ser o no gay, porque la adopción no es un asunto de amor  meramente sexual,  sino de amor filial. 
 

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