viernes, 11 de noviembre de 2016

Leonard Cohen y la divina melancolía

Una vez un profesor me dijo una frase que pagó la mitad de mi carrera:  “Todos tenemos una grieta, así es como la luz puede entrar” en ese momento no sabía que se trataba de un fragmento de  “Anthem” por Leonard Cohen.

Hay canciones suaves que se cantan desde la base de los pulmones, desde las grietas más íntimas, aplastando cada mililitro de aire hasta no poder sacar más, sin necesidad de gritar, como si todo el impulso se decantara sólo en una palabra, una suavecita, en este caso: un Aleluya.

Debo admitir que no conocí a Cohen como debería, aunque tuve padres nacidos en los sesentas y el único recuerdo de su música es precisamente un aleluya roto, como dice la canción; por algún motivo la tarareaba en la ducha, en especial cuando me sentía descorazonada.

Luego volví a escuchar la canción en Shrek y pensé que no encajaba ni un poquito con la película, pero hizo que muchas personas jóvenes conocieran esta tonada.

Es inevitable sentir una melancolía abrumadora en cada canción de Cohen, que los párpados se hagan ligeramente pesados, notar la voz que camina como una tortuguita tratando de llegar hacia las olas.
Es difícil no sentirse arrullado o rendirse cuando se escuchan canciones como Take this Waltz y más cuando se trata de uno de los últimos videos; el señor se mueve en cámara lenta, pero la pasión por la música parece escaparse de los poros.  

De pronto, por vivir con las grietas expuestas, con la luz escapándose es que este hombre pudo  ser músico hasta el final, no haré cuestionamientos biográficos, porque para ser sincera no tengo  ni idea de cómo fue su paso por este mundo, apenas pude leer una artículo acerca de un concierto en el que salió del escenario porque ceyó que defraudaba a las personas si no sentía las canciones con todo su ser y quería devolverles el dinero.

Me cuestiono un poco, ¿acaso la humanidad sería más sensible si fuéramos capaces de dejar entrar la luz, exponer las heridas y sentir esta canción maravillosa que es la vida? Si tuviéramos la integridad suficiente para devolver la recompensa de nuestro trabajo cuando no lo hacemos de corazón.

A Cohen, le deseo un buen retorno a la tierra, al cielo o donde sea,  a ustedes  que disfruten de la divina melancolía, de la música diaria, que dejen entrar la luz por las ranuras.

Este post es parte de mi colaboración con el blog : sinombligo project.


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jueves, 10 de noviembre de 2016

Internet + rabia contenida = muchos clicks

El velo del anonimato cubre todo tipo de odios: políticos,artísticos, de raza, sexo, credo, religión, comida…. Odios al fin y al cabo que a la larga son pataletas de niño malcriado.  A los internautas nos encanta desfogarnos y ser polares, odiar o amar de manera desaforada.

Si nos ponemos a examinar cuidadosamente los comentarios en foros y páginas de noticias abundan las personas que incitan a la violencia directa o indirecta, que llaman a un desconocido (reemplace este espacio con el madrazo que más le guste) que se juran cultos o tolerantes y de mente abierta en su cruzada por insultar a otros.

Y es que la rabia contenida en las redes genera clicks ¡hasta dinero! levantar un tierrero o tirar la piedra y salir corriendo parece ser un elemento unificador de la fama en internet. Esto sucede por que estar favor o en contra nos hace sentir que somos parte de una comunidad, que no estamos tan solos. 

La parcialización en las opiniones políticas, religiosas y nacionalistas por ejemplo, pueden llevar a manifestaciones realmente graves, en la vida real y en todos los ámbitos de la cotidianidad. Suceden cosas ilógicas. Hay gente que se mata por un pedazo de tierra, debido a que durante años ha configurado un odio visceral o una idolatría en la mayoría de las instituciones como el estado o la iglesia.

Deseamos algo que adorar, necesitamos dioses y antagonismos.

Recordemos que no somos más de mente abierta o más tolerantes por llamar al otro triple catre hijue$%&& ni al mentarle la tatarabuela al del lado, no podemos pontificar sobre igualdad, derechos o educación si no nos revisamos antes a nosotros mismos. Las palabras en la web también hablan de nuestros actos, rituales y secretos, la mayoría de veces desde nuestros juicios, que si bien son respetables son solo eso, juicios.