Apenas suenan las doce campanadas que separan un año del otro sentimos que una energía renovadora invade nuestro cuerpo. Nos planteamos un montón de propósitos: que sí nos vamos a poner en contacto con nuestra espiritualidad, que vamos a ahorrar mejor, hacer ejercicio, tomar ese curso, emprender ese negocio y tomar un avión para tener ese viaje soñado. Y puff, en marzo ya se nos ha olvidado la mitad.
Por eso quiero ayudar con sus propósitos de año nuevo, para que este año no nos digamos mentiritas blancas. Esta es una lista para que no nos quedemos soñando y pasemos a la acción. Recomiendo iniciar con una o tres tareas pequeñas.
1. Define con claridad tu obetivo: Anota los 3 propósitos en una cartelera lo más bonita que puedas y ponla en un lugar que sea visible y te haga sentir bien, mírala cuando sientas que pierdes las ganas de seguir adelante.
2. Genera un sistema de monitoreo de tus propósitos. Puedes cargar una agenda pequeña en la que escribas cuando has avanzado y retrocedido respecto a tu meta y que acciones has hecho para acercarte a ellas, también utilizar un calendario o un planeador y poner metas en tiempos específicos.
3. Toma descansos y prémiate cada vez que logres cumplir una tarea crucial para lograr tu objetivo. Así condicionaremos la mente tu mente para buscar la satisfacción del deber cumplido y encaminarla hacia.
4. Los hábitos se adquieren poco a poco, si has dejado de ser constante no te culpes y retoma la práctica lo más pronto posible.
5. Recuerda que eres responsable de tus avances y retrocesos, si ves un obstáculo lo mejor que puedes hacer es pensar ¿Cómo solucionarlo? No sentarte a pensar que el mundo se va a acabar. Si no puedes vencerlo busca ayuda; si ni siquiera la ayuda funciona, respira y espera a que puedas pensar con más claridad. Muchas veces no encontramos soluciones por falta de nuevas perspectivas.
6. No importa que sea mitad de año, iniciar un plan es algo que podemos hacer cualquier día y a cualquier hora, lo único que requerimos es voluntad y ganas de mejorar nuestra vida.
Si las cosas salen bien y te llenas de disciplina es posible que al intentar cumplir tu propósito también generes otros hábitos, aprendas a enfocarte un poco más y sientas mucha satisfacción. Si no logras cumplir tu propósito de año nuevo. Puedes elegir continuar hasta lograrlo o abandonarlo, ambas opciones son válidas, solo que antes de abandonar debes plantearte lo siguiente ¿He dado lo mejor de mí? ¿Realmente lo deseo? Esto te ayudará a aclarar la mente.
Feliz año nuevo, atrasado, que logren cosas hermosas y tengan ratos muyyyyyy agradables. Abrazos.
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