lunes, 21 de septiembre de 2020

Hablemos a calzón quitao sobre la copa menstrual


Hablemos a “calzón quitao” sobre la copa menstrual

Dicen que la curiosidad mató al gato y a mí me llevó directo a la farmacia. Un par de amigas habían probado la copa menstrual antes y decían que era el remedio definitivo a las preocupaciones de las mujeres que gastan montones de dinero anualmente en toallas y tampones, pero ¿Tanta dicha es cierta?

Llegué a este producto con escepticismo, primero le pregunté a un par de conocidos médicos si sabían sobre las contraindicaciones o los efectos secundarios la respuesta fue similar “No conozco muchos estudios, pero tampoco alguien que se haya quejado”. Mis conocimientos de la copa se limitaban a blogs, voz a voz y búsquedas de estudios online que no encontré muy fiables. Me aterró cuando leí un montón de chicas que dicen que con la copa no hay riesgo de síndrome de shock tóxico (que es una lotería de las malas) y sí chicas, sí es posible, igual que con los tampones, protectores y toallas. Por eso es tan importante asesorarse y comprar en sitios certificados donde sepamos que nos están vendiendo productos de buena calidad y lo más seguros posibles para el cuerpo.

Pero… había tantas mujeres en internet que decían maravillas, que tal vez valía la pena probarla. Conozco solo tres farmacias en Bogotá que comercializan las copas menstruales. con precios entre los 30.000 pesos y los 90.000 (desde unos 9 hasta unos 25 dólares aproximadamente) es costosa, seamos sinceras. Si uno se equivoca de talla, gastó dinero en algo que tal vez no usará. Aunque los blogs dicen que puedes utilizarla por 8 años, que solo tienes que saber tu talla y que es más o menos fácil doblarla y sacarla.

Si soy sincera no creo que sea capaz de utilizar el mismo dispositivo dentro de mi cuerpo durante tanto tiempo. Menos guardándolo intermitentemente en una bolsita. También admito que soy súper exigente en el aspecto de la higiene y que digo esto con base en las condiciones higiénicas que existen en diversos baños públicos de mi ciudad. Claro, también en prejuicios sociales.

A favor debo decir que las guías de mi copa eran muy completas, se especificaba que está hecha con silicona hipoalergénica de uso médico . Insistían en que debe esterilizarse con cada uso en un recipiente específico y detallaban el proceso de limpieza, inserción y expulsión de este objeto que se aloja dentro de nuestro cuerpo dependiendo de las necesidades de cada mujer.

En internet dicen que puedes usarla durante 8 horas. Yo no lo haría. ¡Hablemos a calzón quitao! Primero cambiarla en intervalos de tiempo regulares ayuda a prevenir escapes de líquido y segundo, si la sangre debe salir de mí, pues que se vaya rapidito y no se quede almacenada todo el día. Además, la copa no te da esa alerta incómoda que si dan los tampones y las toallas.

La primera vez que la usé compré la talla que sospeché que era la mía, muchos blogs dicen que si tienes 30 o más y si has tenido partos se debe usar la talla M o L y si eres menor la S. Seguí las instrucciones a raja tabla (Hay un montón de tutoriales sobre como doblarla: relajarse, formar una C con la copa o hacer una forma de botón de rosa para insertarla) el dichoso doblez al principio no es tan fácil y uno no sabe si la tiene bien puesta o no.

Bueno, los manuales también dicen que se necesita un poco de auto exploración por allá abajo para saber si está bien acomodada (Ellos lo llaman verificar que el sello de vacío esté completo). Lo más conveniente es tener buen control de los músculos del suelo pélvico y aprender ejercicios Keggel, porque sirven para ponerla, quitarla y acomodarla ¡he dicho!

El asunto es que al principio puedes sentirla un poco extraña, mientras se acostumbra el cuerpo, y que no hay que rendirse durante las primeras horas ni asustarse porque es algo nuevo y al igual que con los tampones ese primer uso requiere muuucha paciencia. Si tienes alguna variación anatómica, cólicos fuertes, una zona vaginal muy sensible, o si tienen dolores y  sienten que la copa los aumenta es mejor hablar antes con un médico.

Dicen que hay copas de material suave, semiduro y un poco más firmes. Según tengo entendido son de silicona médica, látex o elastómero termoplástico. Yo opté por una suave de silicona médica, porque soy cobarde y lo único que se me ocurría pensar era ¿Y si me hace presión hacia la vejiga y ando con orinadera todo el día?  Las que han usado tampones sabrán a lo que me refiero.

Esos primeros 20 minutos miraba de lado a lado como si sospechara del mundo y pensaba ¡Madre mía tengo esta vaina grandota adentro ¿Y si se me desacomoda? ¡Siento el tallo de esta cosa! ¿Y si se me ensanchan los genitales por andar haciendo fuerza inconsciente para mantener la dichosa copa adentro? ¿Será que cuando me la quite voy a sentir cansancio vaginal? ¿Y si cuando la saque hago un reguero digno de una peli de terror? ¡Oh, las novelas que nos armamos las mujeres! Pues, para lo del tallo había solución, el instructivo decía que podemos cortarlo.

Lo de sentir la copa adentro fue porque como buena primípara no estaba tan acostumbrada ni tan bien acomodada, cuando aprendí a ponerla bien casi me olvido que la llevaba puesta. La verdad retirarla si es engorroso, en el instructivo no te dicen algo muy importante… Empuja hacia abajo sin tirar del final del tallo, haz todo el proceso RELAJADA y con suavidad. Y gracias a la buena suerte  ¡No tuve el episodio de reguero sangriento digno de Freddy Krugger o la masacre de Texas! que imaginaba por ser torpe.

Para la primera vez hice un ejercicio. Tengo claros cuales son mis días de mayor y menor flujo menstrual así que hice cálculos con los mismos intervalos aproximados con los que cambiaría las toallas higiénicas o los tampones. La verdad es que vacié la copa menos veces de lo que me cambio de toalla o tampón. Pero sinceramente no la usaría durante todo el periodo, primero porque requiero un lugar muy aseado para poderla limpiar como se debe y segundo porque los días de flujo muy bajo, no lo amerita.

Creo que sí es una buena estrategia para ahorrar en compra de tampones y toallas, que sí puede ser conveniente tener una en la casa o en el bolso, con su respectivo estuche bien limpiecito, ya que es muy práctica, pero requiere una excelente higiene personal. En resumen, la usaría los tres primeros días del ciclo. (Niñas ustedes saben lo que quiero decir).

Les recuerdo oootra vez que las copas requieren palpación del área genital, pujar y aprender a relajar los músculos, también valentía, porque el tamaño de esas cosas es mayor que el de los tampones y si generamos tensión en el suelo pélvico, sacarla va a ser una misión incómoda y difícil. Es cuestión de acostumbrarse.

Para finalizar les digo: si quieren usarla, infórmense lo mejor posible, busquen una fuente confiable, si tienen alguna forma de hacer pruebas de alergia para saber si tienen reacciones al material háganlas y también infórmense con un médico. Cada chica aprende poco a poco y es responsable de elegir como cuidar su propio cuerpo.