sábado, 4 de abril de 2015

Belleza perversa #1

Casi nunca utilizo tacones , pero cuando lo hago esto sucede.

Hágale al sushi pues.

Imagen tomada de 
: https://38.media.tumblr.com/tumblr_mduybmjHVq1qzqwamo1_500.gif
Lugar: Hanashi Sushi Bar
Pros: Rico, buen precio.
Contras: el local en el que estuve era pequeño.
Precio de la cuenta: 37000 pesos
Veredicto : ¡Hágale al sushi pues!, Delicioso.
Plato que se pidió: Combo miel mostaza.

Llegamos al lugar, un local modesto y para ser franca pequeño cerca a Salitre Plaza con un letrero que decía Hanashi Sushi, en fondo rojo y escrito con letras negras. A la entrada  había una pareja, un señor, y 3 personas en la cocina. Como es habitual en algunos restaurantes de sushi los ingredientes se exhibían en un mostrador de vidrio: palmitos, cortes de salmón , pescados, caviar naranja entre otros.

Una chica muy amable nos atendió, mi novio y yo pedimos un combo miel mostaza que traía 4 medios rollos de diferentes tipos de sushi. Aparte una Coca Cola y un smoothie de feijoa. La misma joven nos pasó un plato pequeño con salsa de la casa  y otros dos con palmitos de cangrejo apanados.

-     Cortesía de la casa- dijo ella.

¡Al ataque! los palmitos se acabaron en un dos por tres. mientras llegaba el plato esperamos un tiempo razonable, pensamos que el asunto se estaba demorando hasta que vimos el pedido del señor a nuestra izquierda sobre la barra: los cortes eran generosos. Bien preparados, alineaditos en el plato como un equipo de fútbol esperando pa’ la foto. Se me hizo agua la boca.

Llegaron las bebidas, el smoothie de  Feijoa: Grande, con una buena consistencia y barato. Uno, dos, tres sorbos, nada que llegaba la ocmida, mi novio se antojó de mi jugo  y miró su Cocacola con cara de “yo también debí haber pedido uno”  tomó algunos sorbos medio tímidos.

Justo cuando mi panza se disponía a entrar en huelga, ¡Zas aparece nuestro plato! que traía : 5 makis Philadelphia, 5 makis California, 5 makis eby tempura, 5 makis tempura sumiday. Todos  bastante grandes y otra porción de palmitos de cangrejo apanado con salsa de la casa, el jengibre y el wasabi habituales, en las esquinitas como siempre. Valió la espera.

-          ¿Señorita, me regala una ayuda para niños?- pedí.

Nunca he podido aprender a manejar esos condenados palitos, no importa cuantas veces lea las instrucciones, ni cuantas veces me enseñen.

-          Sí, claro- ella volvió con el maravilloso pedacito de plástico rosado que evitó mil desastres en la mesa.

¡La muela iba al ataque de nuevo! Esta vez con más hambre. Pedimos la salsa de soya y comimos como lobito feroz. El sabor era perfecto, por milagros del cielo ningún rollito se deshizo, ya les conté que soy ultra torpe  con los palitos. La textura estaba apenas, ni duros, ni blandos. Los bocados eran grandes, tanto que abrí la boca para comerme uno y quedé con los cachetes inflados como un hámster que se ha embutido semillas. Me tomó tiempo masticar mientras mi novio se reía.

-          Es delicioso verte comer- comentaba él.

Yo sabía que por dentro esa frase significaba: haces más reguero y espectáculo que un bebé con compota en la cara.  Aunque estábamos llenos quedaban 4 cortes de sushi, nos pusimos de acuerdo, dos él y dos yo.  Quedamos con la panza tan llena como un Buda. Pedimos la cuenta: $37.000 incluida la propina. Salimos casi rodando, felices.

Yo  por mi parte recomiendo  el local y repito.

Por si a alguien le interesa buscar la opinión de otros usuarios: https://www.degusta.com.co/restaurante/bogota/hanashi-sushi_100159.html

miércoles, 1 de abril de 2015

Ay ay ay

Para los que no entienden lo que dice abajo:
"Si alguna vez me quiebran el corazón, recuérdenme que en China remiendan vajillas rotas con oro, entonces se hacen más valiosas."