jueves, 30 de junio de 2016

Hablemos de menarquias

Hace algún tiempo, una amiga me contó que cuando le llegó la menstruación por primera vez creyó que se estaba desangrando,tenía apenas 12 años y la mamá le había hablado poco del asunto. Otra vez día en mi casa, una chica de 13 años manchó el pantalón, una silla de mi comedor y se escondió en el baño.

En mi caso fue justo antes de cumplir los 12 en un paseo familiar, entré al baño y mis pantys estaban hechos un desastre, recuerdo que me encerré y no quería salir, primero no estaba preparada, segundo nadie me habló de los cólicos y tercero las toallas promocionales que daban en el colegio eran eso, toallas para vender la marca, no talleres ni charlas a corazón abierto.

El asunto de las toallas higiénicas o los tampones no es un tabú, lo promocionan con bombos y platillos en la tv, con chicas lindas que bailan en vestidos blancos, primeros planos de traseros de jean con animaciones en flash que dicen que la regla no te puede arruinar un día y que tienes que disfrutar de tu feminidad.

Pero la realidad es diferente la primera menstruación cae como un balde de agua fría, de un momento a otro te sueltan que "ya eres mujer" y te felicitan (como si antes del primer reguero rojo no lo fueras) quedas confundida, manchada y pensando que lo que viene es una &%$"#.

Recuerdo que le quise esconder la primera regla a mi madre, por que me daba pena hablar de eso,en mi hermoso colegio de monjas, se regalaban toallas higiénicas y se hablaba sobre la regla, de una manera muy light. 

Aun veo que sucede lo mismo con varias niñas que conozco nadie te explica que lso colicos son producto del desgarramiento del endometrio, ni lo que es la ovulación o para qué rayos sirve, no ten enseñan a contar los días y entender las ventanas de oportunidad para embarazo cuando eres pequeña, por que la regla aparentemente solo es un reguero de sangre que ocurre cada mes y pasa por que " ya eres una mujercita".

Creo que allí en el diálogo durante la niñez (no en plena pubertad) y en la repetición del mismo desde el consejo son el corazón abierto  en la casa está la clave para evitar muchos embarazos y abortos no deseados.  

lunes, 13 de junio de 2016

Doméstica, un lugar para comer o pasar la lluvia.


Doméstica es una panadería/salón de onces, ubicada en la carrera sexta con 56 en Bogotá donde desde la entrada se respira calidez, Apenas uno cruza la puerta, se siente ese calorcito propio de los abrazos de abuela, huele a dulce y panadería de barrio.

Por dentro tiene maquillaje de diseñador independiente, colores pastel, madera, paredes blancas, un tablero gigante con dibujos en tiza y la cocina que está separada de la zona en la que comen las personas. Al fondo hay un jardín del que se recogen frutas para la aromática, adentro un sillón varias mesas.

Los sabores son caseros, pero no necesariamente tradicionales, tienen galletas chai, de chocolate, tortas con almendras, helados, rollos de canela con especias  y panes artesanales. La dueña, Dominique, es una mujer que atiende el negocio con tanta dedicación como una madre a un hijo.

Por si no tiene plan, hay wifi, libros para los aburridos y cobijas por si hace frío, es un lugar amigo de las mascotas, de vez en cuando Masato el perro oficial  (un criollito juguetón), se pasea con pañoleta meneando la cola, muy campante.

Uno encuentra estudiantes, señoras tomando onces, muchachos escribiendo en computador,  personas tranquilas y sencillas que le apuestan a un rato de calma en medio del agite citadino, resulta increíble que Doméstica quede apenas a una cuadra de la carrera séptima, pero así es Bogotá, llena de contrastes y sitios para desconectarse de tanto gris.

viernes, 10 de junio de 2016

Slow fashion, estilo –vs-moda

imagen tomada de :
http://images.huffingtonpost.com/2016-04-07-1460000953-6059242-fashion-thumb.gif
La moda cambia en un pestañeo, ayer eran los jeans pitillo de colores, hoy son los boyfriend, mañana los flare, ¡que digo bota campana! y las blusas campesinas y seguramente pronto estaremos utilizando lo mismo que en 1998. 

Es fácil perder el horizonte y el estilo con tantas formas y colores frente a los ojos, es fácil antojarse cada dos por tres, comprar cosas rápidas y baratas buscar el último ítem de las IT girls, porque claro ¡ellas están a la vanguardia! Lo difícil es sentarnos, hacer una pausa y pensar ¿realmente necesitamos el último pantalón con pepas iridiscentes?

Existen otras alternativas, y aquí es donde entra la moda lenta (Esa cosa que en english se llama slow fashion sumercé) que no es nada más que la moda sostenible. No se trata de una tendencia ni de una moda realmente, sino de un estilo de vida, es decir de apelar al estilo propio en vez de saturarnos con lo que hay en los escaparates y que nos pone a brillar los ojitos.

El Slow fashion es utilizar lo que nos gusta, apelar al estilo mas allá de la moda de temporada, es reivindicarnos como sujetos de opinión válida y duradera frente a la industria de la moda.

La moda lenta propone entrar en razón respecto a nuestras prácticas de consumo, es decir privilegiar ropa con orígenes diferentes a la industria masiva, reciclar, reutilizar y transformar prendas, apoyar empresas pequeñas o inclusive artesanos, donar la ropa que no se utiliza… entre otras prácticas que fomenten alargar el ciclo de vida y uso de nuestras prendas o buscar un proceso de elaboración justo.

Algunos tips para que nuestro ropero sea menos rápido y común son: 

1) Buscar prendas clásicas o que nos gusten demasiado.
2) Ir a tiendas no convencionales, por ejemplo de diseñadores emergentes.
3) Intercambiar con madres, abuelas, tías,amigas ellas también tienen cosas espectaculares ropa bonita que no utilizan.
4) Personalizar nuestras cosas, además el plan DIY es divertidísimo.
5) Regalar o donar lo que no usamos y está en buen estado.
6 ) vender la ropa que ya no utilizamos en tiendas vintage.
7) Informarnos sobre las tiendas donde compramos.
8) En caso de que las cosas hayan quedado totalmente inservibles, siempre se puede hacer uno que otro trapito.
9) Si eres hábil con las manos haz tu propia ropa, ahorras dinero y tus ítems serán únicos. 


El caso es no botarlo todo en un 2 por 3 y tratar de apelar a nuestra conciencia ambiental y personal.