2. Comienzas a comprender las preocupaciones de tus padres y a buscar personas cuyas vidas estén en sincronía con las cosas que te importan y le dan sentido a los momentos juntos.
3. Los bares y las fiestas comienzan a parecerte sitios cada vez menos interesantes, prefieres tomar cursos, o ejercer algún hobbie para conocer gente.
4. Entiendes que no todo lo que está de moda te queda bien y prefieres comprar ropa que te haga feliz, aunque no siempre esté en tendencia.
5. Te haces consciente de tu alimentación, incluso algunos platos que amabas comienzan a dejar de gustarte y otros que detestabas se convierten en aliados.
6. Te preocupa tu futuro en términos económicos y los contratos por prestación de servicios te asustan un poco.
7. Adquieres un nuevo tipo de vanidad. Ves que la belleza interna se refleja en el exterior y tratas de encontrar aquello que te hace resaltar.
8. Recuerdas tu infancia con mucha nostalgia, te alegras y ríes por los errores que cometiste.
9. Dejas de idealizar el amor y entiendes que no hay flechazos instantáneos, sino parejas que se construyen constantemente.
10. Comienzas a entender que es más sano estar en paz que tener siempre la razón.
11. Tienes claro qué cosas amas y detestas en tu guardaropa y tu maquillaje.
12. te planteas si es necesario criticar y juzgar tan severamente a los demás.
13. Cuando juzgas, lo haces con más cuidado y muchas veces solamente de forma mental.
14. Te das un respiro de la gente que satura tu paciencia y aprendes a reírte de los malos ratos.
15. Entiendes que tu familia no será eterna y te preguntas qué pasará cuando tus seres queridos como mamá o papá no se encuentren presentes.
16. Eres consciente de que no puedes vivir solo de sueños y tratas de encontrar una ruta para tener estabilidad en tu vida.
17. Te sientes más a la deriva que cuando tenías 15, pero también sabes que tienes la fuerza mental y el conocimiento que no tenías de adolescente.
18. Quieres hacer ejercicio y comer mejor, pero notas que el cuerpo se resiente más durante la actividad física.
19. Entiendes que nunca es tarde para aprender algo nuevo.
20. Te aburre que te digan que “ ya estás muy viejo/a” para ciertas cosas.
21. Tus patrones de sueño comienzan a ser diferentes y tienen relación con tus horarios de trabajo y comida. Saltarte u n almuerzo te cambia el estado de ánimo.
22. Si eres chica, eres más consciente de tus ciclos hormonales y sientes deseos de controlar sus efectos en tus estados anímicos, pero no es sencillo. Recurres a cosas como aromáticas, chocolates, ejercicio, series, entre otros para poder estar de mejor humor.
23. Escoges mejor las series y películas que ves.
24. Te planteas seriamente la posibilidad de cuidar algo: un hijo, una mascota, una planta…
25. Te propones hacer algo que nunca habías intentado.
26. Te arrepientes de tu carrera y la amas en simultáneo.
27. los cambios de horario en alimentación te generan estrés y el estómago los cobra caro.
28. Buscas algo que te de paz mental Yoga, pintura, Dios, lectura, aprendizaje de idiomas, código, cocinar…
29. Revives algunos gustos infantiles y los guardas en secreto.
30. No sabes lo que vendrá en tu futuro, pero ya no te afana tanto cumplir las expectativas de la gente a tu alrededor.