jueves, 10 de noviembre de 2016

Internet + rabia contenida = muchos clicks

El velo del anonimato cubre todo tipo de odios: políticos,artísticos, de raza, sexo, credo, religión, comida…. Odios al fin y al cabo que a la larga son pataletas de niño malcriado.  A los internautas nos encanta desfogarnos y ser polares, odiar o amar de manera desaforada.

Si nos ponemos a examinar cuidadosamente los comentarios en foros y páginas de noticias abundan las personas que incitan a la violencia directa o indirecta, que llaman a un desconocido (reemplace este espacio con el madrazo que más le guste) que se juran cultos o tolerantes y de mente abierta en su cruzada por insultar a otros.

Y es que la rabia contenida en las redes genera clicks ¡hasta dinero! levantar un tierrero o tirar la piedra y salir corriendo parece ser un elemento unificador de la fama en internet. Esto sucede por que estar favor o en contra nos hace sentir que somos parte de una comunidad, que no estamos tan solos. 

La parcialización en las opiniones políticas, religiosas y nacionalistas por ejemplo, pueden llevar a manifestaciones realmente graves, en la vida real y en todos los ámbitos de la cotidianidad. Suceden cosas ilógicas. Hay gente que se mata por un pedazo de tierra, debido a que durante años ha configurado un odio visceral o una idolatría en la mayoría de las instituciones como el estado o la iglesia.

Deseamos algo que adorar, necesitamos dioses y antagonismos.

Recordemos que no somos más de mente abierta o más tolerantes por llamar al otro triple catre hijue$%&& ni al mentarle la tatarabuela al del lado, no podemos pontificar sobre igualdad, derechos o educación si no nos revisamos antes a nosotros mismos. Las palabras en la web también hablan de nuestros actos, rituales y secretos, la mayoría de veces desde nuestros juicios, que si bien son respetables son solo eso, juicios.

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