jueves, 9 de febrero de 2017

Decálogo para ahuyentar a un amante de las letras


Si usted sale con una persona que ama escribir o leer considere seriamente esta lista con algunos de los comportamientos susceptibles de provocar que un escritor salga despavorido de su lado:

1) Hable en tono filosófico de todo, recite una lista de los mil libros que ha leído y desprecie cualquier curiosidad intelectual en terrenos diferentes a las ciencias sociales o el lenguaje.

2) Si puede utilice un estilo meditabundo y ensimismado en sus conversaciones; como si fuera una persona que no tiene ningún interés terrenal, profundamente decepcionada de todo y todos. Despotrique sin piedad sobre gente relevante en el ámbito político religioso y económico durante la primera cita.


3) Llévelo/a solamente a tomar trago y bares medio hippies… olvídese del cine, el deporte y todo lo que no implique un aire de intelectualismo barato y rebelde. Recuerde que por ser escritores somos un cliché viviente: Bohemios, amantes del vino, rumbero, nos alimentamos de sexo, poesía de la vida y una que otra bocanada de aire.  Porque eso sí ¡A los escritores nunca nos da hambre y menos ganas de perro caliente!

4) Dígale al susodicho/a que escribir es solo un pasatiempo, que no hay necesidad de estudiar, que su oficio no tiene ninguna relevancia social y que cualquiera puede hacerlo bien.

5) Recurra a Táctica y estrategia de Benedetti, el Poema 20 de Neruda o el Nocturno  de José asunción Silva como método de conquista.  Si puede leerlo con aire lastimero, torciendo los ojos como si se le fuera la vida mejor.

6) Hágale cartas en las que utilice angliscismos y frases de cajón para cualquier cosa que se pueda decir fácilmente en español: Eres full cute, no cambies never XOXO, son las mejores líneas para lograr que un escritor se evapore.

7) Coméntele que no va a leer el libro que le recomendó porque ya vio la película o que no va a ver la película porque ya se leyó el libro.

8) Responda los chats únicamente con monosílabos, Ja ja ja, emoticones y gifs.

9) Termine todas las conjugaciones del pasado en segunda persona singular con ES: dijistes, hicistes, trajistes, dejastes, recuerde que a los escritores les fascinan los ejemplos vivos de la flexibilidad de la lengua y usted tiene muy bien ejercitado ese músculo.

10) Cuando le pida que le escriba algo bonito copie y pegue mensajes cortos de cadenas de internet o dígale que encontró la meca de la poesía auditiva y póngale una canción de Arjona.

No hay comentarios:

Publicar un comentario