Un buenos días y una sonrisa sincera pueden alegrarle la mañana a cualquiera.
2) Darle un abrazo a nuestra familia o compañeros antes de salir de casa.
La vida es muy corta para andar ahorrando abrazos o para dejar de decirle a las personas al rededor cuánto las queremos. Además los abrazos nos ayudan a generar liberación de oxitocina, una hormona relacionada con el manejo de la presión sanguínea en casos de estrés. ( ver artículo, en inglés)
3) Decir por favor y gracias.
Suena algo básico y obvio pero no lo es, existen muchas personas que van por la vida pidiendo las cosas como si los demás tuvieran que cumplir sus órdenes. Al decir por favor y gracias le estamos diciendo a la otra persona que apreciamos su ayuda y valoramos su opinión, se trata de dos palabras muy cotidianas que no solemos tomar en serio.
4) Cantar, silbar o escuchar música mientras estamos en plena ducha.
No importa si tienes voz de sirena o aullas como un Huskee, la gracia es sacar la estrella de rock que llevamos dentro, al fin y al cabo nadie nos está mirando, no solo hay que limpiar el cuerpo, también la mente y cualquiera de estas tres actividades son muy relajantes.
5) Comer algo pequeño con otra persona.
Puede ser un bocado que traigas de casa, un café, una galleta o cualquier cosa que puedas compartir. Al comer junto a alguien estás cuidando de esa persona y de ti mismo. Comer con compañía suele ser muy agradable y permite entablar conversaciones cortas que no van a ocurrir en plan de trabajo o estudio.
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