La paleta de colores, por ejemplo, es un recurso narrativo que se hace
más sólido y ya no ilustra las historias de modo auxiliar, lo que me parece
brillante.
A veces siento que el Brightcolored-Metal-Power (Por inventarme una
palabra tonta y en inglés para describirlo) se viene tomando la pantalla. Con este término
sacado de la nada, me refiero a las nuevas películas que tienen una estética chiclosa, pastelosa,
dulce, que derraman sangre y violencia a diestra y siniestra, son prueba del poder que el color le imprime a un libreto.
No sé cuando apareció este fenómeno, pero sí que los
directores están empezando a pulir bastante la ciencia ficción-acción-aniñada y
la están mezclando con el Ciber punk. Lo que me inquieta y me encanta. Se trata
de un acto digno de la imaginación de un adolescente de Harajuku, (Para los que
no lo conocen, el barrio más lleno de mezclas de subculturas de moda que hay en
Japón) nada más busquen fotos.
Películas como Chappie y Turbo Kid, dan indicios de que el Ciberpunk está pegando fuerte, y no
solo eso, se está vistiendo de colores brillantes y pasteles. Por que los robots ya no
tienen que limitarse a ser latas negras con plateado o parecer cajas de duraznos.
Además de generar nuevas
propuestas estéticas vistosas y atrayentes, se están rompiendo cánones de delicadeza y rudeza que parecían preestablecidos de
manera invisible.
No solo se trata de colores, sino de las representaciones de
la mujer en la acción, algo así como Barbie mezclada con Rambo. Las mujeres del Ciber punk (Y no solo las del color
pastel) son heroínas , más importante aún, son fuertes y frágiles, a la vez que
cuestionan el sistema rompiéndolo desde la grieta más mínima.
Los héroes se están haciendo más humanos en estas
películas, en las que incluso los robots pueden darnos una lección de cómo ser
buenas personas. Se abren planteamientos sobre la manera en la que manejamos y
vivimos este mundo repleto de tecnología, que no controlamos tan bien como
creemos.
Se ponen en evidencia nuestras soledades y la necesidad de
ser amos y reyes de todo lo que nos rodea. Y eso, es lo bonito del Ciberpunk. Que
nos saca de contexto para imaginar escenarios posibles, que creemos lejanos
pero ya son parte de nuestra vida.
Vemos películas situadas en mundos post apocalípticos o
imaginarios que parecen hechas de manera inocente o que asemejan bromas. Nos sumergimos en citaciones irónicas a épocas pasadas o clásicos, Nos embobamos viendo los colores, tan bonitos, que hay en
la pantalla. De repente estamos nadando en el universo del cine de manera desprevenida, sin notar los
planteamientos, tan increíbles que se nos manifiestan.
Tenemos la soledad encapsulada en una novia robot, en Turbokid.
La inocencia de la niñez y el pandillismo en Chappie. La amistad y el homenaje constante al cine La aventura de
Hugo Cabret (Por que no todo tienen que ser puños y patadas aunque no sea Ciberpunk-violento- pasteloso es válido), El devenir en
Cloud atlas y el cuestionamiento constante a las reglas y los altos mandos en Kingsman.
¡Los artefactos futuristas y los colores brillantes se nos
vienen encima señoras y señores!con un
peso narrativo impresionante y hermoso.
Toca prepararse, aunque pareciera
que el cine pasa por una época dura y poco creativa, opino, que a pesar de los mil
refritos que vienen surgiendo, ya hay cineastas, que hacen lo que les viene en gana: los géneros se están mezclando, las narrativas se rompen y reconfiguran continuamente , lo que me lleva a creer que lo mejor
está por venir.
El Ciberpunk pasteloso , es una prueba colorida de ello.
Les dejo 4 trailers de películas que tienen uno que otro elemento ciberpunk, que mezclan géneros y con una colorización interesante.
Turbo kid:
Chappie:
kingsman
Sucker punch
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