viernes, 10 de junio de 2016

Slow fashion, estilo –vs-moda

imagen tomada de :
http://images.huffingtonpost.com/2016-04-07-1460000953-6059242-fashion-thumb.gif
La moda cambia en un pestañeo, ayer eran los jeans pitillo de colores, hoy son los boyfriend, mañana los flare, ¡que digo bota campana! y las blusas campesinas y seguramente pronto estaremos utilizando lo mismo que en 1998. 

Es fácil perder el horizonte y el estilo con tantas formas y colores frente a los ojos, es fácil antojarse cada dos por tres, comprar cosas rápidas y baratas buscar el último ítem de las IT girls, porque claro ¡ellas están a la vanguardia! Lo difícil es sentarnos, hacer una pausa y pensar ¿realmente necesitamos el último pantalón con pepas iridiscentes?

Existen otras alternativas, y aquí es donde entra la moda lenta (Esa cosa que en english se llama slow fashion sumercé) que no es nada más que la moda sostenible. No se trata de una tendencia ni de una moda realmente, sino de un estilo de vida, es decir de apelar al estilo propio en vez de saturarnos con lo que hay en los escaparates y que nos pone a brillar los ojitos.

El Slow fashion es utilizar lo que nos gusta, apelar al estilo mas allá de la moda de temporada, es reivindicarnos como sujetos de opinión válida y duradera frente a la industria de la moda.

La moda lenta propone entrar en razón respecto a nuestras prácticas de consumo, es decir privilegiar ropa con orígenes diferentes a la industria masiva, reciclar, reutilizar y transformar prendas, apoyar empresas pequeñas o inclusive artesanos, donar la ropa que no se utiliza… entre otras prácticas que fomenten alargar el ciclo de vida y uso de nuestras prendas o buscar un proceso de elaboración justo.

Algunos tips para que nuestro ropero sea menos rápido y común son: 

1) Buscar prendas clásicas o que nos gusten demasiado.
2) Ir a tiendas no convencionales, por ejemplo de diseñadores emergentes.
3) Intercambiar con madres, abuelas, tías,amigas ellas también tienen cosas espectaculares ropa bonita que no utilizan.
4) Personalizar nuestras cosas, además el plan DIY es divertidísimo.
5) Regalar o donar lo que no usamos y está en buen estado.
6 ) vender la ropa que ya no utilizamos en tiendas vintage.
7) Informarnos sobre las tiendas donde compramos.
8) En caso de que las cosas hayan quedado totalmente inservibles, siempre se puede hacer uno que otro trapito.
9) Si eres hábil con las manos haz tu propia ropa, ahorras dinero y tus ítems serán únicos. 


El caso es no botarlo todo en un 2 por 3 y tratar de apelar a nuestra conciencia ambiental y personal.

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