Primero debes entender que la salud capilar depende tanto del
estado de tu cuero cabelludo. Eso que en los comerciales llaman la “ raíz”
realmente es una estructura compleja llamada bulbo piloso, que se acompaña de
otras partes importantes como glándulas sebáceas o músculos diminutos que sirven
para erizar los vellos. Las hebras de cabello que solemos ver, realmente se
llaman tallos piloso y está compuesta por varias capas que se envuelven una alrededor
de otra. En este artículo no entraremos en esos detalles de histología, debido
a que es creado para chicas curiosas con propósitos de entretenimiento.
Entonces ¿Cómo crece
el pelo?
Nuestro cabello crece en tres fases distintas: en primer lugar,
está la fase anágena la más larga, se
caracteriza por que las células crecen y se reproducen activamente, aquí también
se da la pigmentación y el aporte de nutrientes al bulbo piloso. En este momento tu cabello será más sensible a
tratamientos, medicamentos y agresiones, debido a la intensa actividad celular
de división para formar la hebra y a los procesos de generación de melanina (el
pigmento que le da color a la piel y el pelo ).
La fase anágena varía
dependiendo del lugar donde se ubique el vello, podemos notarla con el paso del
tiempo. Por ejemplo, cuando en enero tenemos el cabello hasta la quijada y en
diciembre llega a los hombros. O cuando
nos depilamos los vellos de las piernas y algunas semanas después descubrimos
que vuelven a salir. Se estima que el cabello en esta fase puede crecer más o
menos un tercio de centímetro a un centímetro por día.
La fase catágena dura
más o menos medio mes o un poco más y marca ese momento en el cual el folículo
piloso para de recibir esos nutrientes que abundaban en fase anágena y comienza
a involucionar. En este momento no hay actividad de reproducción en las células
que forman tu cabello y éste se prepara para caer. Arrancar el cabello, o
generar tensión puede generar que esta fase se acelere debido a que maltratas
el folículo desde la raíz (y sí, hacer peinados muy apretados o halarlo
fuertemente también propicia que tu cabello se caiga antes de tiempo).
Entonces eso que dicen las bloggers de belleza de que
llenarte el aceite de cabello y halarlo, no va a ayudar a que crezca más sano. Al
contrario, podrías generar reacciones adversas como alergias o maltrato en la
piel. Lo más conveniente es consultar algún dermatólogo para cuidar tu cabello
y utilizar tratamientos o cremas que los especialistas indiquen.
Para finalizar, está la fase
Telógena. Tristemente es ese momento en el que pierdes tu cabello, debido a
que el bulbo piloso termina su involución y se desprende la hebra. Se estima que puede durar alrededor de 100
días y que cada uno de estos días podrías perder aproximadamente 100 cabellos. Pero
no todo son malas noticias, se cree que esta fase se da de forma más frecuente
en las extremidades y el tórax.
Al final de la fase telógena se cree hay mecanismos en los
que se rompen proteínas y que ayudan a que la hebra de cabello se separe del
bulbo piloso, a este proceso se le llama telóptosis. Y hay una fase más pequeña
llamada Kenógena, marcada por un un pequeño periodo de tiempo en el que el
folículo está vacío y aun no hay crecimiento.
¿Cómo sé qué hacer
para cuidar mi cabello?
Puedes hacer un
experimento divertido, tomar una foto cada mes para notar si tu cabello está
creciendo de forma activa o si mantiene un largo y si se comienza a quebrar. Así
podrás tener indicios de las fases predominantes en tu cuero cabelludo. También
es posible hacer una consulta a dermatología, para que te recomienden las
vitaminas o nutrientes específicos que le hacen falta a tu pelo.
Algunas manías que tenemos y ejercemos de manera
inconsciente hacen que las hebras capilares se maltraten, por ejemplo, hacer
peinados demasiado templados. Poner las tiras de los bolsos o las maletas sobre
nuestro cabello y luego retirarlo. Halarlo muy fuerte cuando lo desenredamos o
quemarlo y ejercer procesos químicos a menudo sin la debida protección. Si sientes
que estás perdiendo cabello es importante que organices una consulta con un
dermatólogo.
Recuerda que a medida que pasa la vida, los ciclos, los procesos psicológicos y corporales cambian. Por eso es importante aprender a amar y cuidar tu cuerpo poniéndolo siempre en manos profesionales.
Si quieres leer un poco del artículo que utilicé como referencia para crear el mío y la curiosidad científica es más fuerte que la vanidad te invito a que leas este enlace de la Asociación Colombiana de Dermatología.