miércoles, 11 de noviembre de 2020
La moda insufrible
viernes, 30 de octubre de 2020
30 cambios que ocurren cerca a los 30 años
lunes, 21 de septiembre de 2020
Hablemos a calzón quitao sobre la copa menstrual
Hablemos a “calzón quitao” sobre la copa menstrual
Dicen que la curiosidad mató al gato y a mí me llevó directo
a la farmacia. Un par de amigas habían probado la copa menstrual antes y
decían que era el remedio definitivo a las preocupaciones de las mujeres que
gastan montones de dinero anualmente en toallas y tampones, pero ¿Tanta dicha
es cierta?
Llegué a este producto con escepticismo, primero le pregunté
a un par de conocidos médicos si sabían sobre las contraindicaciones o los
efectos secundarios la respuesta fue similar “No conozco muchos estudios, pero
tampoco alguien que se haya quejado”. Mis conocimientos de la copa se limitaban
a blogs, voz a voz y búsquedas de estudios online que no encontré muy fiables.
Me aterró cuando leí un montón de chicas que dicen que con la copa no hay riesgo
de síndrome de shock tóxico (que es una lotería de las malas) y sí chicas, sí
es posible, igual que con los tampones, protectores y toallas. Por eso es tan
importante asesorarse y comprar en sitios certificados donde sepamos que nos
están vendiendo productos de buena calidad y lo más seguros posibles para el
cuerpo.
Pero… había tantas mujeres en internet que decían maravillas, que tal vez valía la pena probarla. Conozco solo tres farmacias en Bogotá que
comercializan las copas menstruales. con precios entre los 30.000 pesos y los 90.000
(desde unos 9 hasta unos 25 dólares aproximadamente) es costosa, seamos sinceras.
Si uno se equivoca de talla, gastó dinero en algo que tal vez no usará. Aunque los
blogs dicen que puedes utilizarla por 8 años, que solo tienes que saber tu
talla y que es más o menos fácil doblarla y sacarla.
Si soy sincera no creo que sea capaz de utilizar el mismo
dispositivo dentro de mi cuerpo durante tanto tiempo. Menos guardándolo intermitentemente
en una bolsita. También admito que soy súper exigente en el aspecto de la
higiene y que digo esto con base en las condiciones higiénicas que existen en
diversos baños públicos de mi ciudad. Claro, también en prejuicios sociales.
A favor debo decir que las guías de mi copa eran muy
completas, se especificaba que está hecha con silicona hipoalergénica de uso médico . Insistían en que debe esterilizarse con cada uso en un
recipiente específico y detallaban el proceso de limpieza, inserción y
expulsión de este objeto que se aloja dentro de nuestro cuerpo dependiendo de
las necesidades de cada mujer.
En internet dicen que puedes usarla durante 8 horas. Yo no
lo haría. ¡Hablemos a calzón quitao! Primero cambiarla en intervalos de tiempo
regulares ayuda a prevenir escapes de líquido y segundo, si la sangre debe
salir de mí, pues que se vaya rapidito y no se quede almacenada todo el día. Además,
la copa no te da esa alerta incómoda que si dan los tampones y las toallas.
La primera vez que la usé compré la talla que sospeché que
era la mía, muchos blogs dicen que si tienes 30 o más y si has tenido partos se debe usar la talla M o L y si eres menor la S. Seguí las instrucciones a
raja tabla (Hay un montón de tutoriales sobre como doblarla: relajarse, formar
una C con la copa o hacer una forma de botón de rosa para insertarla) el
dichoso doblez al principio no es tan fácil y uno no sabe si la tiene bien
puesta o no.
Bueno, los manuales también dicen que se necesita un poco de
auto exploración por allá abajo para saber si está bien acomodada (Ellos lo
llaman verificar que el sello de vacío esté completo). Lo más conveniente es
tener buen control de los músculos del suelo pélvico y aprender ejercicios Keggel,
porque sirven para ponerla, quitarla y acomodarla ¡he dicho!
El asunto es que al principio puedes sentirla un poco
extraña, mientras se acostumbra el cuerpo, y que no hay que rendirse durante
las primeras horas ni asustarse porque es algo nuevo y al igual que con los
tampones ese primer uso requiere muuucha paciencia. Si tienes alguna variación
anatómica, cólicos fuertes, una zona vaginal muy sensible, o si tienen dolores y sienten que la copa los aumenta es mejor hablar antes con
un médico.
Dicen que hay copas de material suave, semiduro y un poco
más firmes. Según tengo entendido son de silicona médica, látex o elastómero termoplástico. Yo opté por una suave de silicona médica, porque soy cobarde y lo único que se me
ocurría pensar era ¿Y si me hace presión hacia la vejiga y ando con orinadera
todo el día? Las que han usado tampones
sabrán a lo que me refiero.
Esos primeros 20 minutos miraba de lado a lado como si
sospechara del mundo y pensaba ¡Madre mía tengo esta vaina grandota adentro ¿Y si se me desacomoda? ¡Siento el tallo de esta cosa! ¿Y si se me ensanchan los
genitales por andar haciendo fuerza inconsciente para mantener la dichosa copa
adentro? ¿Será que cuando me la quite voy a sentir cansancio vaginal? ¿Y si cuando
la saque hago un reguero digno de una peli de terror? ¡Oh, las novelas que nos
armamos las mujeres! Pues, para lo del tallo había solución, el instructivo
decía que podemos cortarlo.
Lo de sentir la copa adentro fue porque como buena primípara no
estaba tan acostumbrada ni tan bien acomodada, cuando aprendí a ponerla bien
casi me olvido que la llevaba puesta. La verdad retirarla si es engorroso, en
el instructivo no te dicen algo muy importante… Empuja hacia abajo sin tirar
del final del tallo, haz todo el proceso RELAJADA y con suavidad. Y gracias a la buena suerte ¡No tuve el episodio de reguero sangriento digno
de Freddy Krugger o la masacre de Texas! que imaginaba por ser torpe.
Para la primera vez hice un ejercicio. Tengo claros cuales
son mis días de mayor y menor flujo menstrual así que hice cálculos con los
mismos intervalos aproximados con los que cambiaría las toallas higiénicas o los
tampones. La verdad es que vacié la copa menos veces de lo que me cambio de
toalla o tampón. Pero sinceramente no la usaría durante todo el periodo,
primero porque requiero un lugar muy aseado para poderla limpiar como se debe y
segundo porque los días de flujo muy bajo, no lo amerita.
Creo que sí es una buena estrategia para ahorrar en compra
de tampones y toallas, que sí puede ser conveniente tener una en la casa o en
el bolso, con su respectivo estuche bien limpiecito, ya que es muy práctica,
pero requiere una excelente higiene personal. En resumen, la usaría los tres
primeros días del ciclo. (Niñas ustedes saben lo que quiero decir).
Les recuerdo oootra vez que las copas requieren palpación del
área genital, pujar y aprender a relajar los músculos, también valentía, porque
el tamaño de esas cosas es mayor que el de los tampones y si generamos tensión en
el suelo pélvico, sacarla va a ser una misión incómoda y difícil. Es cuestión
de acostumbrarse.
Para finalizar les digo: si quieren usarla, infórmense lo mejor posible, busquen una fuente confiable, si tienen alguna forma de hacer pruebas de alergia para saber si tienen reacciones al material háganlas y también infórmense con un médico. Cada chica aprende poco a poco y es responsable de elegir como cuidar su propio cuerpo.
lunes, 10 de agosto de 2020
Aprender a caer sin gracia.
martes, 4 de agosto de 2020
5 cosas que debí saber a los 20 años
1. La
profesión no se construye solo en la formación académica.
Nunca me enseñaron que los
contactos profesionales no eran solo mis compañeros de carrera, ni que se debe
comenzar a dar pequeños pasos o ejercer la profesión desde que se está
estudiando. Esto es importante pues cuando nos enfrentamos al mundo laboral, nos
pedirán experiencia y recomendaciones.
2. La
constancia y la creatividad son fundamentales.
La práctica nos enseña a
perfeccionar talentos. A veces es necesario el redireccionamiento de las
cualidades. Ser constantes y tener un objetivo claro nos ayuda a tener impulsos
para continuar nuestro camino a pesar de los obstáculos.
La creatividad, en este post, no
se refiere a la capacidad para inventar cosas fuera delo común, sino a pensar
nuestros problemas y soluciones de formas diferentes. Darle la oportunidad a
quienes ven diferente la vida de aconsejarnos o dejarnos sorprender por otros
puntos de vista.
3. Todos
tienen días difíciles.
Estamos acostumbrados a mirar a
nuestros compañeros de clase, de trabajo e incluso a nuestra familia y amigos
más allá de sus problemas. Hay personas que se atreven a verbalizar el malestar
y hay quienes empaquetan sus sentimientos y se guardan las dificultades. Antes
de emitir comentarios severos acerca de otra persona podemos pensar bien lo que
debemos decir, especialmente en el trabajo. Donde la posibilidad de generar
relaciones de camaradería suele basarse principalmente en los aspectos
laborales y no en los personales.
4. Las
redes sociales dicen mucho de nosotros pero no nos definen
Las redes sociales; hablan de
nuestras preferencias estéticas, los temas que nos interesan, la frecuencia con
que vamos a lugares específicos y cómo nos vemos o deseamos vernos frente a
otros. Sin embargo, nuestros perfiles no representan un reflejo acertado de la
realidad de un ser humano, sino de pequeños aspectos que nos gusta resaltar en
la misma. Aunque la virtualidad es un terreno cómodo para desarrollar diálogos
no siempre es el más cercano ni el más adecuado. Tal vez, tomar un café o
hablar por teléfono con una persona cercana en su cumpleaños te puede decir muchísimo
más que su Instagram.
5. La
belleza se transforma más rápido de lo que imaginas
A los 20 no estamos en la
obligación de tener un estilo definido ni de seguir todas las tendencias de
moda y maquillaje, si bien la apariencia es importante, esta es una edad para
aprovechar y cuidarnos ya que nuestro cuerpo está en constante cambio. No hay
que afanarnos tanto por entrar en los estándares de belleza que creemos que nos
imponen las redes, sino de crear los parámetros personales que nos hacen sentir
felices con nuestro cuerpo y nuestra mente.
Las tendencias cambian
constantemente, para generar nuevas necesidades de consumo o para responder a
los requerimientos de los tiempos. Pero no estamos obligados a vernos como
nadie y tampoco tenemos porqué aspirar a lo que tienen otras personas ya que
nuestra vida y nuestro camino en ella son únicos. Si nos sentimos en paz con
nosotros y con lo que somos el resto de personas van a notarlo.
¿Hay algo que les hubiera gustado saber y que solo han aprendido con el tiempo?