Según la RAE, un piropo es una variedad de la piedra granate de color rojo
fuego, o una lisonja, es decir : una alabanza exagerada y generalmente
interesada que se hace a una persona para conseguir un favor o ganar su
voluntad. En Colombia
el piropo es simplemente un cumplido que se le dice a una persona, (sobre todo a una una mujer) cuando pasa por
la calle. Desde mi punto de vista, piropear es un arte poco valorado que requiere precisión, agilidad momentánea y una expresión oral bien cuidada .
He leído varios textos
contra los piropos, argumentando que son sexistas, amenazas sexuales o que
hacen sentir incómodas a las mujeres. Y sí, a veces es cierto hay piropos
ñeros, ¡ñeros y clichesudos, que están más usados y desteñidos que media de abuelito!.
Entre los más populares
se encuentran el dulcísimo “Si así lo
mueve y así lo bate, ¿cómo será ese chocolate?”, el camionero “tanta curva y yo
sin frenos”, el interesado “Quisiera ser
pirata no por el oro ni por la plata, sino por el tesoro que tienes entre pata y
pata”; el kamikaze “ está que se totea de lo buena”; el religioso “los angelitos están bajando del
cielo” y el matrimonial “suegra vaya con Dios que yo me
quedo con su hija”.
A pesar de que ninguno
de esas alabanzas despierta en mí un interés mínimo por el sujeto que los
declama, y a veces lanzo una mirada
asesina al piropeador, debo admitir que apenas doy la vuelta y no me ven, me trago
una señora carcajada interna, no es por
ser mala sino porque considero el piropo criollo una expresión del patrimonio creativo
nacional.
Hace poco hablaba con
una colombiana que vive en España , ella me comentó que extraña los piropos, y lo máximo que le habían dicho era "adiós guapa". Fue entonces cuando entendí que los cumplidos callejeros son
expresiones del lenguaje casi tan importantes como la copla o la poesía, por eso a mis ojos un piropo poco original o poco delicado viene de alguien que solo ha leído o
coleccionado clichés durante toda su
vida.
Vengo a
decirles que no todo piropo es ñero y que si usted quiere dar un piropo galante, en vez de “gala” es necesario tener
algunos aspectos en cuenta.
1.
Dígalo de
manera cortés, mirando a la cara y sin
hacer muecas raras
2.
Alabe la
belleza,entera de la fémina en cuestión, no solo las nalgas, las piernas o las puchecas.
3.
Asegúrese de
evitar el cliché, “Me pierdo en el mar de tus ojos”, “Barbie”, “mamacita”, y “adiós
princesa” ya no sirven, no todas las chicas queremos tener corona, ser mamás de bebés
imaginarios o tipos calentones y perdidos chapoteándonos al lado, ¡menos que
nos comparen con una muñeca viejísima!.
4.
Sea sincero,
pero no guache.
5.
Si no es bueno echando piropos, los gestos de
caballerosidad clásicos siempre son bien apreciados: cargar la maleta o el bolso de la dama, sonreír de manera natural, ceder
la silla, o un “Te ves muy bonita” funcionan bastante bien.
6.
Si ve que
la persona a quien va a piropear tiene cara de puño guárdese su haikú chibchombiano;
muérdase la lengua de ser necesario. (Cada cosa en el momento adecuado).
A mí personalmente sí
me han dicho piropos bonitos. De esos que no amenazan sino que alegran el día. “Ay
mona, míreme que si no muero”, “Si despeinada se ve bonita, como será bien
arregladita”, “disculpe el atrevimiento, pero tengo que decirle que es una
mujer muy hermosa”. Son los 3 de los que más recuerdo y que no me dejaron poner mirada asesina. Por eso, queridos
amigos sepan que para echar un buen piropo, uno No necesita exagerar, las
mujeres sabemos lo que tenemos y lo que no.
La verdad, es que
inclusive las mujeres que hacemos cara de sapo reventado podemos apreciar la sinceridad
masculina y más de una vez nos hemos tragado las ganas de gritar “¡papacito, rico
delicioso, pedacito de arroz con pollo!” Pero en vez de eso simplemente sonreímos con
cara de idiotas. Nosotras también somos humanas y no son pocas las ocasiones en que hemos estado a
punto de soltar la baba por alguien. Así que si le gusta una chica piropéela,
pero con cariñito y creatividad.
Si usted es mujer, deje de reprimirse e inténtelo, quien quita
que el muchacho en cuestión un día se acuerde y se ría. Pero hágalo de manera consiente. Recuerde: piropear, es todo un arte.